Cuantas veces a lo largo de nuestra vida, hemos
escuchado, eso de que dar es bueno, da
sin esperar nada a cambio, pero de verdad estamos capacitados para ser dadores,
o si bien el dar lo vemos o lo hacemos
como una obligación, o un patrón de conducta aprendida, que nos han inculcado,
Pues si el ser humano está capacitado bilógicamente para dar,
es algo que se lleva en los genes ya que
en estudio se ha comprobado que aunque hay personas que son más empáticas que
otras, ya que el dar o ayudar a las demás
personas es como una especie de ventaja de supervivencia, ya que este simple pero
gratificante hecho ayuda a la especie a mantenerse con vida, el dar es una cuestión propia y característico
de cada cultura esta se lleva a cabo de
manera diferente en el mundo, está comprobado que el dar filantrópicamente ayuda
a crear una especie de legado , que consiste en encontrar el sentido tras los éxitos
, al final las personas se preguntaran ¿Por qué seré recordado?
Debemos tener en cuenta que el dar o ayudar a alguien es una
fuente enorme de estímulo personal ya que el practicar estas obras de forma
voluntaria y desinteresada se produce un
estímulo en el cerebro que activa los circuitos del placer que nos hacen sentir
bien, estos estímulos son casi comparables,
con el correr, el amor, el dinero, el sexo, y regulan las respuestas emocionales,
cuando damos o ayudamos sentimos un estimulo especial y nos conectamos con las
personas, esto proporciona impulsos necesarios a ambos para ser mejores,
El dar para la mayoría de las persona nos hace sentir bien,
esta práctica de ayudar a los demás de ser bondadoso nos ayuda a combatir el estrés,
nos ayuda, a que nuestros años pasen de manera más plena satisfactoria y sana, esta práctica es tan
gratificante que cuando las personas reciben la gratitud de otros son más
felices y plenas ya que hay una frase que cito Michael Norton en sus día que expresa” Si
quieres felicidad por una hora toma una siesta, Si quieres felicidad por un día
ve a pescar, si quieres felicidad por un año hereda una fortuna, Si quieres
felicidad de por vida ayuda a alguien”
Siempre o casi siempre hemos escuchado esa frase de la biblia
que dice “Dios bendice al dador alegre” y bien debemos reconocer que es algo
muy cierto, el señor bendice al que da de forma espontánea, bendice al que
ayuda de forma desinteresada, con felicidad, bienestar, y con sobre todo la sensación,
esa sensación indescriptible de haber hecho las cosas bien, de haber ayudado, a
alguien
Así que demos un poco más de lo mejor de cada uno , de lo
bueno que tenemos cada uno de nosotros, de ese pedacito de dios que cada uno
tiene, más que una obligación, o algo que aprendimos, convirtámoslo en una
forma de vida, en una forma de vivir, y dejar un mejor legado en este mundo,
demos aunque muchas veces no se nos valore ni se nos agradezca, ya que cuando
lo hacemos nos damos a nosotros mismo algo más grande que es el privilegio de
dar….