Es más que común que la gran
mayoría de personas estén o
estemos posponiendo la posibilidad de
dar el primer paso para comenzar a renovar nuestras vidas. En nuestro día
a día en nuestro transitar por este mundo, nos vamos encontramos con amigos,
familiares, conocidos o simplemente conversamos o tocamos el tema con algunos allegados acerca de la obligación y necesidad que tenemos de dejar atrás
algunas cosas, relaciones, obligaciones, dejar de pensar de una determinada manera o sobre las
ganas de comenzar a cambiar… con la intención de sentirnos mejor, ser feliz o
tener una vida diferente.
Es muy fácil que en el medio de la rutina acelerada y entretenida que tenemos cada día, se disuelvan los propósitos que hemos hecho para tener una vida mejor. Y es que hacer pequeños cambios en nuestro estilo de viva, aun a sabiendas de que los mayores beneficiados vamos a ser nosotros mismos, se convierte en una tarea muchas veces, difícil de cumplir.
Los asuntos pendientes, las obligaciones y los compromisos, por no agregarle a la lista nuestras preocupaciones… Nos impiden tener presente los compromisos que hacemos para transformar algunas de nuestras creencias, hábitos y actitudes en aras de sentirnos mejor con quienes somos y con la vida que tenemos.
Lo más fácil es repetirnos, encontrar las excusas perfectas para no tener que intentarlo siquiera, de manera que sigamos cometiendo los mismos errores sin sentirnos responsables, y haciendo culpables a otras personas de nuestro malestar e infelicidad.
Es muy fácil que en el medio de la rutina acelerada y entretenida que tenemos cada día, se disuelvan los propósitos que hemos hecho para tener una vida mejor. Y es que hacer pequeños cambios en nuestro estilo de viva, aun a sabiendas de que los mayores beneficiados vamos a ser nosotros mismos, se convierte en una tarea muchas veces, difícil de cumplir.
Los asuntos pendientes, las obligaciones y los compromisos, por no agregarle a la lista nuestras preocupaciones… Nos impiden tener presente los compromisos que hacemos para transformar algunas de nuestras creencias, hábitos y actitudes en aras de sentirnos mejor con quienes somos y con la vida que tenemos.
Lo más fácil es repetirnos, encontrar las excusas perfectas para no tener que intentarlo siquiera, de manera que sigamos cometiendo los mismos errores sin sentirnos responsables, y haciendo culpables a otras personas de nuestro malestar e infelicidad.
Ya que la gran mayoría de veces
somos nosotros mismos que no queremos darnos cuenta de que en nuestras vidas
hace falta una renovación la indiferencia a lo nuevo a soltar viejas costumbres
que muchas veces nos desgastan y causan más
malestar que dicha, es la venda en los ojos que nos aleja a una vida nueva y
mejor, y cómo podemos identificar que en nuestras vidas hace falta una renovación
Cuando la estrategia que usamos día a día no arroja los resultados que queríamos.
Debemos ser claros y concisos con nosotros mismo, cuando hacemos algo que ya no
está a la altura de las circunstancias debemos comenzar a tomar en cuenta la posibilidad de
cambiar y darnos cuenta a que para lograr una meta o solucionar un problema es
necesario estar en otro nivel de pensamiento y de actitud
Cuando Estamos atravesando por una etapa dolorosa en la vida. A
veces los problemas y las crisis existenciales o accidentales nos llevan a cambiar de perspectiva. La muerte de
un ser querido, una enfermedad, un problema de relaciones personales, la
pérdida de un empleo, un cambio de ciudad, etc. Son razones y causas externas que nos obligan a detenernos y
a replantear nuestra vida. ¿Qué debo hacer para superar esta situación? La
respuesta es renovarse
Cuando descubrimos que hacemos algo que no nos gusta. Muchas veces
vivimos el día a día los quehaceres las ocupaciones y obligaciones como si de
un castigo se tratase, y sin embargo a pesar del dolor la frustración no son
razones suficientes para dar un paso hacia el cambio. El trabajo debe ser una
fuente de satisfacción personal, si no podemos hacer un cambio inmediato
planeamos a mediano o largo plazo para cambiar y hacer lo que realmente nos
apasiona
Cuando las metas ya no nos inspiran. Llega el tiempo de replantear
nuestros objetivos si bien en este caso puede ocurrir que cambiemos nuestras
metas por algo diferente o que lo ajustemos a nuestras capacidades, cuando por
la premura o la desinformación elegimos metas que al final no se ajustan a nuestros
gustos es muy probable que llegue la desmotivación, y cuando las metas elegidas
son demasiado bajas o altas para nuestras capacidades tiende a tornarse
aburridas y tediosas, en cualquiera de los casos debemos ajustar nuestras metas
y objetivos para así alcanzar la satisfacción personal
Cuando descubrimos la necesidad de cerrar etapas. En nuestra vida el cerrar
etapas es algo muy común pero no muy agradable para muchos porque, esto siempre
viene acompañado de una renuncia a algo por así decirlo y siempre es algo dolorosa
pero si lo tomamos con la actitud de emprender algo nuevo con la actitud de renovación
personal, siempre veremos la luz al final del túnel y descubriremos que el
cambio siempre será para mejor
No pienses que podrás hacer todos los cambios de una vez, porque lo único que lograras será desanimarte al darte cuenta de que no es tan sencillo conseguirlo. Ocúpate de trabajar en una sola cosa a la vez, para que te sea más sencillo incorporar una nueva y positiva renovación. Y sacar una vieja y negativa costumbre o habito
Recuerda que la voluntad, la constancia, la disciplina, el compromiso y el deseo, serán los elementos necesarios para comenzar a renovar trasformar y mejorar nuestra calidad de vida.