Es muy común que la mayoría
de nosotros estemos posponiendo la posibilidad de dar el primer paso para
comenzar a renovar nuestras vidas.
Nos encontramos con personas o simplemente conversamos con algunos
allegados acerca de la necesidad que tienemos de dejar de hacer algunas cosas o
pensar de una determinada manera o sobre las ganas de comenzar a cambiar … con
la intención de sentirnos mejor, ser feliz o tener una vida diferente.
Es muy fácil que en el medio de la rutina acelerada y entretenida que tenemos cada día, se disuelvan los propósitos que hemos hecho para tener una vida mejor. Y es que hacer pequeños cambios en nuestro estilo de viva, aun a sabiendas de que los mayores beneficiados vamos a ser nosotros mismos, se convierte en una tarea muchas veces, difícil de cumplir.
Los asuntos pendientes, las obligaciones y los compromisos, por no agregarle a la lista nuestras preocupaciones… Nos impiden tener presente los compromisos que hacemos para transformar algunas de nuestras creencias, hábitos y actitudes en aras de sentirnos mejor con quienes somos y con la vida que tenemos.
Lo mas fácil es repetirnos, encontrar las excusas perfectas para no tener que intentarlo siquiera, de manera que sigamos cometiendo los mismos errores sin sentirnos responsables, y haciendo culpables a otras personas de nuestro malestar e infelicidad.
Valdría la pena preguntarnos: Hasta donde y hasta cuando, nos quejamos, nos lamentamos y renegamos de la vida, resintiendo la suerte que tienen otros que viven y lucen como quisiéramos hacerlo nosotros, y que desde lejos nos parecen mas jóvenes, mas vitales, mas prósperos y mas felices que nosotros…
Que se puede podemos hacer al respecto?
Lo primero que necesitamos es comprender que cada uno de nosotros es la causa que genera, produce o atrae las condiciones en las que van a desarrollarse su días, y que si no hacemos algún tipo de cambio en nuestra manera de interpretar y vivir la vida, no ocurrirán las mejoras necesarias que nos permitan tener la vida que deseamos.
Sin importar cuales sean las condiciones que en este momento envuelvan tu vida, recuerda que todo pasa, que podemos aprender de las experiencias y que siempre podemos volver a comenzar.
Haz una lista con todos tus propósitos, escribiendo debajo de cada uno de ellos lo que puedes hacer de forma objetiva y concreta para conseguirlo. Te sugiero que anotes cada uno, en una pequeña tarjeta que lleves contigo cada día de manera que recuerdes tu compromiso y te preguntes que puedes hacer ese día para cumplirlo.
No pienses que podrás hacer todos los cambios de una vez, porque lo único que lograras será desanimarte al darte cuenta de que no es tan sencillo conseguirlo. Ocupate de trabajar en una sola cosa a la vez, para que te sea mas sencillo incorporar una nueva y positiva o sacar una vieja y negativa.
Recuerda que la voluntad, la constancia, la disciplina, el compromiso y el deseo, seran los elementos necesarios para comenzar a trasformar y mejorar tu vida
Es muy fácil que en el medio de la rutina acelerada y entretenida que tenemos cada día, se disuelvan los propósitos que hemos hecho para tener una vida mejor. Y es que hacer pequeños cambios en nuestro estilo de viva, aun a sabiendas de que los mayores beneficiados vamos a ser nosotros mismos, se convierte en una tarea muchas veces, difícil de cumplir.
Los asuntos pendientes, las obligaciones y los compromisos, por no agregarle a la lista nuestras preocupaciones… Nos impiden tener presente los compromisos que hacemos para transformar algunas de nuestras creencias, hábitos y actitudes en aras de sentirnos mejor con quienes somos y con la vida que tenemos.
Lo mas fácil es repetirnos, encontrar las excusas perfectas para no tener que intentarlo siquiera, de manera que sigamos cometiendo los mismos errores sin sentirnos responsables, y haciendo culpables a otras personas de nuestro malestar e infelicidad.
Valdría la pena preguntarnos: Hasta donde y hasta cuando, nos quejamos, nos lamentamos y renegamos de la vida, resintiendo la suerte que tienen otros que viven y lucen como quisiéramos hacerlo nosotros, y que desde lejos nos parecen mas jóvenes, mas vitales, mas prósperos y mas felices que nosotros…
Que se puede podemos hacer al respecto?
Lo primero que necesitamos es comprender que cada uno de nosotros es la causa que genera, produce o atrae las condiciones en las que van a desarrollarse su días, y que si no hacemos algún tipo de cambio en nuestra manera de interpretar y vivir la vida, no ocurrirán las mejoras necesarias que nos permitan tener la vida que deseamos.
Sin importar cuales sean las condiciones que en este momento envuelvan tu vida, recuerda que todo pasa, que podemos aprender de las experiencias y que siempre podemos volver a comenzar.
Haz una lista con todos tus propósitos, escribiendo debajo de cada uno de ellos lo que puedes hacer de forma objetiva y concreta para conseguirlo. Te sugiero que anotes cada uno, en una pequeña tarjeta que lleves contigo cada día de manera que recuerdes tu compromiso y te preguntes que puedes hacer ese día para cumplirlo.
No pienses que podrás hacer todos los cambios de una vez, porque lo único que lograras será desanimarte al darte cuenta de que no es tan sencillo conseguirlo. Ocupate de trabajar en una sola cosa a la vez, para que te sea mas sencillo incorporar una nueva y positiva o sacar una vieja y negativa.
Recuerda que la voluntad, la constancia, la disciplina, el compromiso y el deseo, seran los elementos necesarios para comenzar a trasformar y mejorar tu vida