Hay situaciones en la
vida en la que nos sentimos enfrentados a circunstancias difíciles; momentos en
los que creemos que los problemas son tan enormes, que no tendremos la capacidad
de superarlos. Nos desalentamos, nos
atemorizamos, nos llenamos de rabia o de
tristeza, y hasta nos resignamos y dejamos de luchar… muchas personas se quedan sumergidas en la angustia y la depresión, sintiéndose
victimas de lo acontecido y buscando culpables, como si de esta manera pudieran
arreglarlo. Otros, esperan a que alguien se haga cargo de ellos o de la
situación, que los rescaten, delegando así la responsabilidad de resolverlo, de
superarlo y de salir adelante en otros.
¿Qué podemos hacer realmente para salir adelante?
Lo imprescindible volver a tener ese l deseo de impulsarnos del agujero de donde nos encontramos temporalmente, para salir de nuevo a al exterior , con voluntad, determinación , y paz . Siempre se puede volver a comenzar.
Cuando nos dejamos arrastrar por los problemas que nos generan las situaciones difíciles, experimentamos: emociones negativas, que nos hacen perder el enfoque que necesitamos para analizar la situación de forma objetiva y poder buscar así, una solución. La crisis pueden convertirse en un maravilloso socio que nos lleve a conocernos mejor, a reconocer nuestras habilidades a revisar nuestras metas y propósitos. Podemos verlas como una oportunidad para reflexionar, aprender, crecer y retomar el control de nuestra vida.
¡Cada día sale el sol! Recordándonos que todo pasa, que siempre podemos volver a comenzar, que necesitamos aprender de las experiencias fallidas para ganar madurez, fortaleza y sabiduría.
¿Qué podemos hacer realmente para salir adelante?
Lo imprescindible volver a tener ese l deseo de impulsarnos del agujero de donde nos encontramos temporalmente, para salir de nuevo a al exterior , con voluntad, determinación , y paz . Siempre se puede volver a comenzar.
Cuando nos dejamos arrastrar por los problemas que nos generan las situaciones difíciles, experimentamos: emociones negativas, que nos hacen perder el enfoque que necesitamos para analizar la situación de forma objetiva y poder buscar así, una solución. La crisis pueden convertirse en un maravilloso socio que nos lleve a conocernos mejor, a reconocer nuestras habilidades a revisar nuestras metas y propósitos. Podemos verlas como una oportunidad para reflexionar, aprender, crecer y retomar el control de nuestra vida.
¡Cada día sale el sol! Recordándonos que todo pasa, que siempre podemos volver a comenzar, que necesitamos aprender de las experiencias fallidas para ganar madurez, fortaleza y sabiduría.
PASOS PARA SALIR ADELANTE:
-LA ACTITUD. Sin importar lo grande o difícil que te parezca el problema o la situación estés pasando, mantén siempre una actitud positiva, optimista y entusiasta, no te dejes afectar profundamente. Si mantienes una buena actitud, podrás tener las emociones balanceadas y la mente serena y clara, para encontrar la salida más fácilmente. Deja de quejarte y de lamentarte y más bien, decide buscar los elementos positivos que también tiene la situación que enfrentas para que te sea mas sencillo afrontarla.
-DISTRAER LA MENTE. Mientras más vueltas le damos en nuestra cabeza a todas esas ideas negativas que refuerzan nuestros temores y prejuicios… más difícil se nos hace vencer y superar las dificultades. Cada vez que tengas un pensamiento negativo con respecto a cualquier situación que vayas a enfrentar, crea pensamientos positivos y afirmativos de tus capacidades y posibilidades.
-GANAR CONFIANZA EN TI MISMO. No te dejes afectar por los fracasos o los errores del pasado, cada momento es diferente y si algo no te salió bien antes, no tiene por qué volver a repetirse ahora. Tu estas a cargo y más preparado con toda la experiencia que has ganado, así lo enfrentaras de una mejor manera. Recuerda cada uno de tus logros y apóyate en ellos para ganar confianza. Nunca estas solo, la Divinidad siempre te acompaña.
-TENER DETERMINACIÓN. Comencemos por transformar nuestra actitud y ese monologo interno y negativo que generalmente nos acompaña en las situaciones difíciles. La próxima vez que digas o pienses que no serás capaz… crea una frase contraria y en positivo para iniciar un proceso de re programación mental. Repetir frases como: “Yo sí puedo”, “Voy a intentarlo”, “Soy capaz”, repetirlas con certeza, te llevaran poco a poco a sentirte capaz de lograrlo.
-RESALTAR LO POSITIVO. En lugar de buscar y exagerar la dificultad presente en la situación que enfrentas, decide buscar y resaltar los elementos positivos, de manera que puedas interpretar lo que sucede de una forma más objetiva, que te permita sentirte en capacidad de afrontar y superar los obstáculos. Entrénate para encontrar y resaltar siempre todo lo bueno que suceda.
-NO TE QUEDES SOLO, BUSCA APOYO. Hay momentos en los que nos sentimos incapaces de salir adelante, es entonces cuando necesitamos tener la fortaleza y la determinación de buscar la ayuda que nos hace falta para lograrlo. Puedes apoyarte en una persona querida o en alguien que por su conocimiento o experiencia de vida, pueda darte la guía que necesitas. Recuerda que no estás solo, la Presencia de Dios se encuentra en tu interior, para brindarte la guía, la fortaleza, la confianza y la protección que necesites. Ora, medita o practica la atención plena, para ganar la certeza de su Presencia en tu vida.