Estoy más que seguro que
a cada una de las personas de este mundo les encantaría,
o nos encantaría, tener en nuestras manos alguna fórmula, hechizo o amuleto que nos evitara el más que
desagradable camino de pasar por los
problemas. Si hemos sido algo conscientes,
sabremos que esto es imposible. Los problemas también son nuestros socios, nos ponen
al tanto de nuestras “Rutinas de
comodidad” y nos ponen en movimiento, muchas veces en contra de nuestra
voluntad.
En
lo que a relación de nuestro ámbito
emocional y psíquico, lo ideal es el constante movimiento, de allí que aquellas
situaciones que nos asombran, nos desajustan, nos llenan de ira o pánico, sin
ser agradables, nos dan la oportunidad segura de pasar por nuestro abanico
emocional, decidir cómo lo vamos a vivir y cómo resolveremos dichas situaciones
problemáticas.
Un
ser en que quiera crecer o en crecimiento
para nada tiene que ver con alguna persona sin problemas, al contrario, es
alguien que le pierde temor a lo imprevisto, a lo sorpresivo, a lo
inconveniente y se siente, en sí mismo, apoyado para resolverlo.
Si
habláramos de algún camino para abordar
un problema, tendríamos que hablar de un primer paso que es certificarlo.
Muchas veces nos quedamos pegados a rumores, especulaciones, noticias
alarmantes, , etc. Por lo tanto, y esto exige valentía y sensatez, hay que
enfrentarlo y constatar la verdad y la magnitud del mismo.
El segundo paso sería el
rendirnos al problema. Para nada tiene esto que ver con hacernos las víctimas o declararnos perdidos; no, se trata de una
actitud humilde que nos permita asegurarnos del problema y encontrar el mejor camino para salir
de dicho problema, llámese buscar ayuda, disponernos a arreglarlo, tomar
decisiones, encontrar los medios
El tercer paso : Vivir el proceso, cuando nos sentimos
sumergidos, imaginamos con tener una señal o algo que nos solucione todo y nos
haga salir del agujero donde estamos y ya no saber mas y así no funciona la vida,. Todo tiene un
proceso en sí mismo que nos exige observación interna y externa, seguimiento,
calma y mantenernos alerta. Cumpliendo estos pasos, garantizamos que el
problema, obstáculo o situación desagradable cumpla el cometido en nuestro
crecimiento, y no tenga que repetirse una y otra vez, para que lo llevemos a cabo.
Porque es bien sabido que problema que no se resuelva bien problema que se
repite
Un reverendo muy famoso
dijo una vez:
“La
distancia más corta entre un problema y su solución es la distancia entre tus
rodillas y el piso. El que puede doblar sus rodillas ante el Señor, puede estar
de pie ante cualquier cosa. Si su problema es más grande que su Dios, entonces
está al servicio de un dios equivocado. Las rodillas que se doblan, no
tiemblan”
Casi todos los problemas en la vida tienen solución todo depende
de la actitud que tengamos al enfrentarlos de como reaccionemos ante tales
circunstancias. Los que no se puedan solucionar
por lo menos estemos atentos y aprendamos de ellos para no volver a caer
ya que el aprendizaje en cierto punto de vista no es una derrota si no ganancia
para el crecimiento personal y espiritual
Los problemas que
tienes hoy no los puedes solucionar
pensando de la misma manera que cuando los creaste
Albert
Einstein