Confianza es la seguridad o esperanza firme que alguien tiene sobre un individuo o algo, Este
es un sentimiento por así decirlo que
siempre aparece en los temas de relaciones de
amistad y de pareja. Al ser la confianza un valor ético-moral, es mucho lo que
se le exige y lo que se espera de ella, a veces, más de lo que un humano puede
dar.
Todos como seres humanos por naturaleza somos; vulnerables, falibles,
mortales, frágiles, emocionales e instintivos. Con todo este número de
cualidades que poseemos no es tarea fácil poner el cien por ciento de
nuestra confianza en alguien así. Sin embargo, así mismo la esperamos y en
mucho, nos esforzamos por darla. En la mayoría de casos, si ya tenemos una edad
avanzada es más que seguro que ya
contemos con nuestra propia lista de decepcionados y decepcionadores, de
eso, tan grande para todos como es la confianza.
Siempre tenemos que tener muy en
cuenta que toda traición se da cuando
nos adormecemos en la confianza. Por lo
tanto, cuando por amor, o por odio vemos a los demás como deidades y no como humanos, la traición no tarda en
hacerse presente, ya que la confianza es como un edificio que poco a poco con
tiempo y esfuerzo se construye pero que con una explosión digámosle (traición)
podemos derrumbar y muy difícilmente podamos volver a reconstruirla como antes
Para la psicología, la confianza es
un hipótesis que se realiza sobre la conducta a futuro de
las persona. Se trata de una creencia que estima que una persona será
capaz de actuar de una cierta manera frente a una determina situación: “Voy
a contarle todo a un amigo, o familiar porque tengo confianza en que me entienda y me
ayude”.
En este sentido, la confianza puede
consolidarse o debilitarse de acuerdo a
las acciones de la otra persona. En el ejemplo anterior, si el amigo, pareja o
familiar ayuda a la persona, la
confianza saldrá fortalecida; de lo contrario, la confianza se verá traicionada
y, en el futuro, lo más probable es que la persona afectada no actúe de la misma
forma.
La confianza supondría el aplazamiento temporal de la incertidumbre que se tiene con
respecto a las acciones de los demás. Casi siempre cuando confiamos en otra
persona creemos que podemos predecir sus
acciones, en este sentido la confianza simplifica las relaciones personales y
sociales
Por eso es muy recomendable y que
casi siempre es muy oportuno revisar amorosamente nuestra
confianza, primero en nosotros, en los otros y por último en nuestras creencias
fundamentales como la fe. Este estudio o
análisis personal de vida, nos mantendrá
un poco más alertas en cuanto a decepciones y traiciones.
Los seres humanos tenemos nuestras
propias sirenas de alarmas, cuando alguien en quien ponemos toda
nuestra confianza, nos traiciona, sería
bueno preguntarse ¿Y qué pasó con nuestras alarmas que no se activaron?
Entonces terminaremos agradeciendo, pues las alarmas se sensibilizan sólo a
punta de dolor.