La intuición es
la forma de conocimiento o saber independiente de la experiencia o razón; o por
lo menos este es el concepto que se le da a tal fenómeno en la filosofía; esta
capacidad de intuición, así como el saber intuitivo, son cualidades inherentes
a la mente y que han llevado a muchos políticos, empresarios u financieros al
triunfo; esta capacidad intuitiva y premonitoria se nos puede presentar de
forma espontánea anticipando hechos futuros, las tan conocidas corazonadas que
nos advierten de problemas, peligros o tan solo nos previene de posibles
sorpresas, siendo nuestro cerebro y nuestras mentes maquinas tan intrincadas y
magnificas capaces de almacenar más información de la que conscientemente nos
percatamos; una gran parte de lo que captamos a través de los sentidos, es
información que almacenamos subconscientemente, incluso pueden haber
experiencia que recordamos durante gran parte de nuestras vidas, pero que en
determinado momento “olvidamos”; en realidad esa información solo es olvidada
por nuestra mente consiente, pero siempre queda almacenada en un archivo mental
en nuestro subconsciente; es información que puede ser rescatada igualmente con
algo de esfuerzo; se trata de una información que se nos puede presentar en
sueños, que podemos rememorar con hipnosis y claro, también puede presentarse
mediante la intuición y los presentimientos como mecanismos de alerta de
nuestros cuerpos que puede querer advertirnos de alguna clase de peligro o
eventualidad del que ya habíamos sido testigos o víctimas y que ya habíamos
olvidado, incluso nuestra mente es tan compleja que puede llegar a interpolar
sucesos parecidos de nuestra experiencia
para así predecir el desenlace de una situación que vivimos en la
actualidad; nuestra mente practica carece de esa dualidad consciente de querer
y desear obtener un resultado distinto repitiendo los mismos pasos y si
considera que estamos a punto de cometer un error y prestamos suficiente
atención, nos puede advertir mediante la intuición de lo que va a pasar, aun
cuando ya hayamos olvidado lo vivido en el pasado.
La intuición nos
ha asaltado a todos en al menos una oportunidad y existe generalmente un factor
externo que la provoca; en tal sentido como toda habilidad existen técnicas que
nos permiten acceder a este fenómeno y programarlo para utilizarlo en nuestro
beneficio; lo primero es nuestra confianza, se deben confiar en nuestros
instintos, en esa intuición que se presenta y nos provoca vértigo y que nos
advierte; tómese en cuenta que generalmente la primera impresión es la
correcta. Potenciar nuestro poder intuitivo nos lleva a darle un mayor uso a
nuestros sentidos; en otras palabras las vías de la intuición pueden provenir
de una especie de sumatoria interior de todas las percepciones y sensaciones
que captamos, incluyendo y sobretodo las subliminales; pero a través de los
cinco (5) sentidos, que se vuelven las puertas de recepción que nos relacionan
con nuestro entorno y es por tanto que el trabajar los sentidos nos llevaría a
un mayor desarrollo de la intuición; un ejemplo de estas técnicas de
entrenamiento consisten por ejemplo, en el caso de la vista, en tomar una
fotografía y mirarla con atención durante medio minuto y luego dejarla de ver,
entonces tratar de, o bien dibujar la imagen o describirla mediante escritura,
por otro lado para desarrollar el sentido del oído podemos tratar de escuchar
atentamente una canción y luego tratar de repetir lo escuchado o tomar notas de
lo que recordemos, finalmente para mejorar nuestro tacto podemos tratar de
tocar, con los ojos vendados la mayor cantidad de objetos posibles en una mesa
y con los ojos aun vendados, tratar de describirlos.
Estos ejercicio
solo a modo de ejemplo nos llevan a ayudar y a mejorar nuestros sentidos, lo
que a la larga ayudaran en gran manera a aumentar nuestra capacidad intuitiva.
