Un soldado
se quedó pasmado cuando escucho al general
hablar elogiosamente de otro oficial
General le
dijo Sabe usted que el hombre del cual habla tan bien es uno de sus peores
enemigos y que no pierde ninguna oportunidad de difamarlo
Si dijo el
general pero a mí me pidieron mi opinión de él no la que él tiene de mí
A lo largo de nuestra vida siempre o casi
siempre escuchamos, o nos dicen si alguien te hace mal, pues haz tu también lo
mismo págale con la misma moneda, pero esta acción nos traerá de verdad satisfacción
y bienestar, esto nos dará de verdad satisfacción? Es una pregunta que debemos
hacernos antes de actuar, Pues cuando pagamos mal por mal entramos en un círculo
vicioso de odio y venganza de las que pocas veces logramos salir ilesos y que
la cual muchas veces arrastra a otras personas de nuestro entorno que amamos,
pues lo más fácil es reaccionar de la misma manera con la que nos atacan, y
esto no quiere decir que dejemos que nos maltraten e insulten si no que que interrumpamos estos malos actos con acciones contrarias, pues nunca he visto a un bombero
combatir fuego con más fuego, o a una persona tratar de derretir hielo con más
hielo
Es cierto que devolver bien por mal es una acción
difícil, y a veces hasta casi imposible, pues como seres humanos sentimos en
nuestro interior un deseo de vengarnos y de pagar con la misma moneda cuando no causan algún mal. Una de las enseñanzas de Jesús nos dice que si
alguien te golpea en la mejilla pues pon la otra, y no se refiere a
literalmente poner la otra mejilla, si no a perdonar e interrumpir ese círculo de odio con buenas acciones,
acciones de amor y perdón que en el futuro nos traerán paz, bienestar interno y
crecimiento personal, pues la bondad no está en ser espejo de la maldad que nos
causan, más si en ser esponja, que absorbe el dolor sufrido, devolviendo bien
por mal
No dejemos
que la maldad de otros nos contaminen el
corazón con sus acciones procuremos romper el círculo de odio y rencor
devolviendo bien por mal
Gandhi dijo
una vez dar un vaso de agua por un vaso
de agua no es nada, la verdadera grandeza está en devolver bien por mal