Llega una etapa en
la vida donde decidimos aligerar el peso del equipaje emocional y mental. Decidimos
ponernos a la tarea de examinar lo que realmente
pensamos frente a los acontecimientos que realmente nos afectan. Lo que hacemos
por lo general es pasar por alto las verdaderas causas de nuestra dolencias, encubrimos
lo que sentimos, nos hacemos los duros o las víctimas y seguimos repitiendo la
misma vivencia una y otra vez. Si deseamos descomponer estos ciclos negativos y
repetitivos tenemos que encontrar las
causas internas que nos mantienen atados a ella
Muchas veces estamos o nos sentimos presos de todo aquello
que guardamos por mucho tiempo en nuestra cabeza y corazón. Por eso es de
suma importancia tomar la determinación de entrar a revisar e inventariar en el deposito interno, donde tenemos
guardados nuestros recuerdos para poder limpiar y liberarnos de toda esa carga
emocional y mental negativa que hemos acumulado y arrastrado por mucho tiempo
Cuantas veces pensamos en algo que quisiéramos hacer, y
cuando alguien nos pregunta que nos gustaría, le decimos algo totalmente
distinto a lo que sentimos o pensamos, ya sea para complacerlo o porque
consideramos que eso que deseamos no es tan importante como para proponerlo; También
nos sucede cuando albergamos sentimientos o pensamientos negativos o dolorosos
acerca de una persona con la que compartimos nuestra vida, y no nos atrevemos a enfrentarlos y a expresarlos
abiertamente por miedo a las consecuencias o a las represalias. En cualquiera
de los casos la víctima más grande de ese comportamiento somos nosotros mismos
Cada vez que nuestros sentimientos, pensamientos, actitudes,
palabras o acciones van en dirección opuesta a lo que verdaderamente sentimos y
pensamos se produce un nudo dentro de nosotros que ocasiona malestar y que nuestra energía
deje de fluir, lo que termina por producir un efecto negativo de inmediato que
con el tiempo va creando malestar, confusión y situaciones difíciles
y enredadas, para que necesitemos aprender a través de ellas la importancia de ser auténticos sinceros
y honestos
Además toda esa energía represada internamente termina por
afectarnos emocional y físicamente. No vale la pena quedarnos con todas esas
emociones negativas, mucho menos postergar el momento en el que afrontemos la situación
y diremos la verdad de lo que pensamos o sentimos
Somos totalmente responsables de las palabras que usamos para
expresarnos, de elegir el momento en que lo haremos y de usar el tono emocional
adecuado para no causar más confusión o malestar del que ya experimentamos. Y bien
no podemos controlar las reacciones de los demás, pero si podemos expresar nuestras
inquietudes de la mejor manera con valor responsabilidad y sobre todo
honestidad...