Los neuroquímicos
y los neuropeptidos so sustancias que surgen cada vez que tenemos un
pensamiento o una emoción, circulan por todo nuestro cuerpo y se adhieren a los
sistemas orgánicos y sobre todo a las células del sistema inmunológico donde o
bien pueden tener poderosos efectos energizantes o efectos depresores de la energía;
las endorfinas por ejemplo son analgésicos naturales producidos por el cerebro
entre cincuenta (50) y cien (100) veces más potentes que la morfina y que
pueden ser producidas hasta en grandes cantidades si llega a presentarse un dolor
aguda, y surgen en cantidad exacta y correlativa al dolor y en el momento debido
como respuesta a la percepción del mismo dolor. Se debe tener presente el poder
de la mente para regular, controlar y restablecer el equilibrio en todos los
sistemas importantes del organismo; si se aprende a utilizar correctamente este
poder de nuestros cuerpos y mentes para producir compuestos, podremos fortalecer
nuestros sistemas vitales con mucha más efectividad que lo haríamos si consumiésemos
vitaminas, estimulantes o con cualquier ayuda física externa y claro está, este
control también nos ayudara a eliminar cualquier neuroquímico que debilite
nuestros organismos, y socave la habilidad de curarnos y de producir energía pues
la producción neuroquímica cerebral es controlada por nuestra mente, nuestra
voluntad.
Cuando el cuerpo
se enfrenta a sucesos para los que no esta preparado, situaciones desagradables
que presionan y desgastan nuestros organismo, desarrollamos estrés, una experiencia
arrolladora que nos afecta a todos por igual fisiológicamente; incluso debemos
ser sinceros, hasta las experiencias positivas inesperadas o gratamente
fascinantes pueden estresarnos, acelerando el corazón y disparando la presión sanguínea;
en todo caso, el miedo y la ansiedad producen neuroquímicos que pueden afectar
distintamente nuestros cuerpos, produciéndonos frio, sudor, temblores, cortar
la digestión, erizar el pelo, etc. se trata siempre de un gasto de energía y
por tanto se altera la capacidad de funcionar eficientemente, el estrés debilita
el sistema inmunológico de todo individuo afectando nuestra salud en sentido
general.
Formas de
combatir y luchar contra el estrés existen, pero lo primero es prestar la
debida “atención” al problema, darnos cuenta y determinar el origen del problema
que enfrentamos y reconociendo por consiguiente la forma de solucionarlo; en
tal sentido la meditación resulta una forma funcional de eliminación de estrés,
ya que constituye exactamente lo opuesto, la relajación profunda, el descanso,
la respiración controlada y acompasada, los mantras, conllevan numerosos
beneficios y efectos positivos generales y que a medida que ganemos practica con
estas técnicas, aquietaremos progresivamente nuestros pensamientos permitiéndonos
adquirir serenidad y paz, de igual modo los ejercicios yoguicos de estiramiento
como los ejercicios de tonificación y los masajes pueden ayudar en gran medida
a la relajación y control de estrés; recuérdese siempre que somos poseedores de
cuerpos equipados naturalmente para sanarse así mismos si así lo disponemos, si
algún factor externo o interno nos agrede, todos tenemos la facultad y la
habilidad de controlar con nuestra mente, intención y voluntad, la capacidad de
nuestro cerebro de sanar nuestros cuerpos, aquellas dolencias, malestares,
alteraciones y el estrés en general que nos esté afectando, ninguno de estos es
un padecimiento, un enemigo que no pueda ser vencido si así lo disponemos, solo
necesitamos de nuestra firme voluntad.
