El Arte de la Guerra en
5 consejos prácticos. Primera Parte.
El Arte de la Guerra,
el mejor libro de estrategia militar, obra del general chino Sun Tzu, llego en
su momento a inspirar a grandes generales como Napoleón, con sus más de dos mil
quinientos años de antigüedad, sus máximas y consejos, resultan hoy por hoy de
extrema utilidad, pero no solo para la práctica militar, pues sus estrategias
aplicadas con sabidurías pueden ayudarnos a solucionar ciertos conflictos en la
vida, empresariales, laborales o cualquier situación en la que exista una
competencia; pues la vida se parece más a una lucha que aun baile; he aquí
algunos de los concejos prácticos que se pueden extraer de su lectura.
1.-
“Lo supremo en el arte de la guerra
consiste en someter al enemigo sin darle batalla”: Y
es que en su sabiduría Sun Tzu reconoció que no resulta benéfico en sentido
alguno ser vencedor en un conflicto si para ello se pierde una considerable
cantidad de recursos, recursos estos que se perderían indefectiblemente en una
batalla, es por esto que otros tipos de estrategia como acuerdos de paz o
alianzas podrían en algunos de los casos ser mejor; se debe siempre que es
posible evitar el enfrentamiento con un oponente y entiéndase bien no por
“cobardía”, sino por sentido práctico, pues de nada sirve ganar la batalla y
perder la guerra ya que en la vida tarde o temprano surgen nuevos oponentes que
en el caso de encontrarnos débiles tras salir vencedor de un enfrentamiento
anterior nos vencerán. La Prudencia debe ser lo primeo y para esto pedir
consejo nunca está de más, escuchar la opinión de muchas personas para elegir
de todas ellas lo que tienen de bueno y seguirlas.
2.-
Las Consideraciones Atmosféricas, Tiempo y el Terreno:
Se engloban aquí tres de las consideraciones más importantes que se deben tener
en cuenta al emprender un conflicto, y es que no pueden omitirse o
menospreciarse las mismas de forma temeraria.
En una de las compañías
en las que he trabajado se exigían a sus empleados la cobranza de algunos
deudores, esto, la cobranza, era la razón de ser de la compañía, por lo que
durante todo el año los ingresos de la compañía que eran considerablemente
estables se mantenían de tal manera que podían proveerse gastos, adquisiciones
y deudas internas; pero al llegar las navidades se evidenciaba un alza en las
estadísticas debido a que muchos de los deudores aprovechaban bonos y
aguinaldos para, sino pagar por completo sus deudas al menos para bajarlas lo
más posible, la cuestión es que después de esta alza, los ejecutivos de la
empresa quedaban todos los años esperando que dichas entradas se mantuviesen en
la compañía cuando la realidad era que al comenzar el nuevo año las entradas de
dinero bajaban al nivel de las estadísticas regulares y si bien no se alagaba o
recompensaba al personal de cobranza por las estadísticas del mes de diciembre
si se les culpaba y responsabilizaba por las bajas estadísticas de enero.
Consideremos el caso anterior, el tiempo
era un factor de enorme importancia para la obtención de ingresos lo que en
primer lugar era previsible pues la misma situación se repetía anualmente, por
tanto un buen estratega hubiese podido prever sin mucho inconveniente las
condiciones de este conflicto.
De la misma manera
combatir sin ser consientes o sin conocer previamente las condiciones de las
fuerzas naturales o las características del terreno pueden llevarnos a perder;
utilizando en este caso en honor al arte de la guerra un ejemplo bélico, si dos
ejércitos de igual número e igual de bien calificados se enfrentan, pero uno se
encuentra en la cima de una colina y el otro se encuentra en la base, el
ejercito que está en la base simplemente perderá, pues es quien se desgastara más
al tener que subir a la cima para poder iniciar la batalla.